Literatura: El gran gatsby, el clásico del sueño americano


El gran Gatsby se publicó en 1925, obra de Francis Scott Fitzgerald y desde entonces es considerado uno de los clásicos modernos más conocidos y de obligada lectura. Y es que la novela ha traspasado décadas sin perder actualidad sobre la crítica al mítico sueño americano.


El gran Gatsby es uno de esos clásicos que te recomiendan varias veces y que al final te pica el gusanillo de ponerte con él. Diría que estuvo en mi lista de pendientes alrededor de tres años hasta que lo escogí como mi primera lectura de este 2021. Ahora que hace aproximadamente dos meses que lo terminé, vi que era el momento adecuado para escribir de él y mi experiencia de lectura.

El gran Gatsby es un libro que se publicó en 1925 y que es obra del estadounidense Francis Scott Fitzgerald. Hoy en día es considerado uno de los clásicos modernos más conocidos y de obligada lectura. Y es que la novela ha traspasado décadas sin perder un ápice de su encanto, tanto que si no sabes nada de ella antes de leerlo dirías que fue escrito este siglo.

Paso lento pero firme

A pesar de todas sus buenas críticas y las referencias que me llegaron de compañeros y conocidos que me lo recomendaron en numerosas ocasiones, mi idilio con El gran Gatsby no tuvo el mejor inicio. Me costó engancharme a la lectura y se me hizo pesado en sus primeros capítulos. En este sentido, destacaría que es una novela con un ritmo pausado y en que cada suceso está medido y tiene su importancia.

No quiero desanimar, pues va a un ritmo adecuado. Comienza despacio pero avanza a buen paso y conforme avanza, gana y no tarda llegar ese momento en el que ves que todo tiene sentido. Por ello, hay que cogerlo con paciencia, con ganas y dejarse llevar. 

Porque el libro merece la pena. En mi caso, al acabarlo y digerirlo fue cuando me di cuenta de su valor. De ver como todo tenía su conexión, su sentido y entender a donde nos quería llevar F. Scott Fitzgerald con esta historia. Podríamos afirmar que gana como conjunto al encajar todas las piezas. Igualmente, su lectura es amena y da la sensación de ser una novela actual por cómo está escrito y por lo actual de algunos de sus temas

Misticismo y realidad

El gran tema sobre el que gira El Gran Gatsby es sobre el sueño americano. El protagonista Jay Gatsby lo vive en primera persona y es víctima de él. Me gusta que F. Scott Fitzgerald aborde este tema y que lo haga además desde una perspectiva distinta, negativa, y que esto venga de un ciudadano estadounidense. Que muestre ese lado oscuro que tiene el perseguir la fortuna y las consecuencias que trae.

Jay Gatsby es el protagonista, pero Nick Carraway es el narrador y él es el que nos descubre la historia. Carraway nos muestra la sociedad de los 'felices años 20' a través de sus ojos, así como también la figura de Gatsby. Esto mismo es un aspecto positivo que valoro de la novela, el que vayamos conociendo sobre los personajes poco a poco. Al principio todo es desconocido, desde el propio narrador hasta Gatsby o Daisy, lo que los hace personajes interesantes.

Los personajes también aportan todos su granito de arena en la historia, y aunque con algunos cueste verlo en un principio, como he comentado antes, al final se acaba descubriendo. 

En definitiva, El gran Gatsby es una novela sobre lo negativo de perseguir el sueño americano, un perfecto retrato de la época, de la generación de jóvenes que se veían entre una sociedad que está cambiando y el recuerdo del pasado nostálgico, y de cómo la fortuna no da la felicidad ni tampoco muestra el camino para él. 

Sin embargo y aunque me gustó, no es de mis clásicos favoritos. Recomiendo su lectura porque creo que es un libro muy interesante y bien escrito y para muchos seguro que será buena experiencia. Al final creo que no me encantó por el hecho de que en algunos tramos lo vi lento y porque puede ser que el tema y el género no sean de mis favoritos.

Valoración: 7,5 / 10


Cine: Rocketman, la vida de Elton John a modo de musical

Quiero aplaudir a la persona a la que se le ocurrió contar la historia de Elton John con sus canciones como banda sonora. Es una idea brillante y esa se llama Rocketman. La película recibe el nombre de una de las canciones más conocidas de Elton John. El largometraje fue estrenado en los cines españoles en la primavera de 2019 y está protagonizado por Taron Egerton, en el papel de Elton.

Fui una de las personas que fui al cine a verla. Ya cuando descubrí el trailer la tuve apuntada en mi lista de esas películas que no quería perderme. Sí, en cierta manera porque es un musical y trata sobre música, ¿hay mejor excusa que esa? No solo eso, sino que la interpretación de Taron Egerton como Elton John prometía (y no defraudó).

Cuando tuve el placer de disfrutar de Rocketman en el cine, ya me dejó buen sabor de boca. Me lo pasé bien, conocí más sobre la carrera de Elton John y sus canciones más conocidas, y el filme me tuvo enganchada en todo momento. Ese recuerdo quedó en mí y al ver que Netflix la añadiría a su catálogo en España, la emoción de volverla a verla. Y así fue. Hoy quiero hablar sobre por qué no te la puedes perder si no la has visto todavía y por qué disfruto siempre con ella. 

Buena fórmula: biopic musical

Desde el comienzo, Rocketman tiene a la música de su protagonista como eje principal. No pasan muchos minutos hasta que podemos ver ya el primer número musical. Es entonces cuando la película ya nos engancha y no nos suelta. Y es que creo que el mayor acierto de Rocketman es la buena ejecución de sus números musicales y de que no llegan a saturar.


El vestuario es otro aspecto a destacar.

Si nos centramos en ellos, entre los destacados tenemos Saturday Night's Alright y Rocketman, dos canciones conocidas de Elton y también dos de las que tienen mayor ritmo. Diría que con el primero es en el que comienza el film en su mayor expresión. Sin embargo, mi favorito es I'm still standing, con el que se termina la película. Me parece el mejor colofón, además de que conocí la canción entonces y no se me fue de la cabeza (hoy en día está en varias playlists en mi cuenta de Spotify).

Y es que que nos vayan contando la vida de Elton John junto a sus canciones, da voz a la música. La música como lo que verdaderamente importa y la gran protagonista en la vida del cantante británico. De hecho, la idea que queda al verla es: sí, Elton John no tuvo una vida fácil y tuvo muchos períodos oscuros, y la música lo salvó y fue la luz en todo ello.

Esta fórmula de biopic musical me convenció y es lo que me faltó en parte con Bohemian Rapsody, estrenada el mismo año. ¿No os gustaría que usaran esta misma fórmula para contarnos la vida y carrera de cantantes como Michael Jackson o Madonna? Repertorio y historia tienen (ahí lo dejo, Hollywood).

Un reparto que encaja a la perfección

A parte de los números musicales, otro de los puntos fuertes de Rocketman es su protagonista. Elton John en la piel de Taron Egerton está muy acertado. El actor no es solo que interprete muy bien al cantante y que tenga una buena caracterización física, sino que además destaca por su buena voz. Egerton convence y creo que no podrían haber escogido mejor actor para hacer de Elton.

El reparto, sin embargo, no se queda ahí. Los personajes secundarios complementan a la perfección el trabajo de Egerton como Elton. Destacaría las actuaciones de Jamie Bell como Bernie Taupin, Richard Madden como John Reid o Bryce Dallas Howard como la madre de Elton, entre otras. Todas ellas buenas interpretaciones y que vienen a confirmar que estuvieron muy acertados en la elección del elenco.

¿El gran desconocido Elton John?

Esta pregunta puede sonar extraña, pero creo que resume bien mi experiencia con Rocketman. Antes de ver la película, solo conocía Your Song y Don't go breaking my heart de Elton John y poco más sobre su historia. No sabía de su pasado con el alcohol y drogas. Y es que creo que en esto mismo estarán muchos de mi generación.

  • Elton John sobre Rocketman: "nos pidieron una película sin sexo ni drogas, pero todos saben que hubo mucho de ambas cosas".(Los 40 principales)
  • Para los nacidos en los noventa hacia adelante, la imagen de Elton John es la de verlo sentado al piano en sus actuaciones y con sus gafas rojas. Me sorprendió su historia, me gustó poder saber más de una figura grande en el mundo de la música y conocer más sobre su repertorio (que no es nada malo, la verdad). 

    Agradezco enormemente que apareciera Rocketman para conocer más a Elton John y lo mismo puedo decir de Bohemian Rapsody (aunque de Queen sí sabía más). Me parece una gran idea que a través de películas entretenidas y bien hechas, los más jóvenes podamos acercarnos más a grandes nombres de la música y que nos adentre en una época musical que no pudimos vivir. Al escuchar Your Song, ahora sé la historia que hay detrás de su composición. Y para mí, esto es un regalo creado por esa magia que se forma cuando la música y el cine se unen.

    Valoración: 8,5 / 10

    Serie: por qué no te puedes perder Amor y Anarquía (Netflix)

    Si mi mejor amiga no me hubiera insistido en que viera esta serie seguramente hoy no estuviera escribiendo estas líneas. Pero si no me hubiera recomendado esta serie, me habría perdido un buen producto de Netflix y entonces no podría recomendarla. Así que, le doy las gracias y voy a hacer lo propio con vosotros lectores y os voy a hablar de ella con el propósito (o más bien digamos esperanza) de que lo paséis igual o mejor que yo cuando la vi.

    Amor y anarquía es una serie sueca, producida por Netflix y creada por Lisa Langseth (conocida por películas como Euphoria, con Alicia Vikander). Fue estrenada en noviembre y pasó casi desapercibida por la aparición de otros fenómenos en la plataforma como Los Bridgerton o Gambito de Dama. Sin embargo, creo que es una serie imperdible, una comedia romántica con mucha frescura y que merece la pena echar un vistazo (¡y se acaba de confirmar segunda temporada!).

    La serie tiene como protagonista a Sofie, que comienza a trabajar en una pequeña editorial en Estocolmo para intentar renovarla y que vuelva a ser rentable. Allí conocerá a Max, un joven que es informático en la editorial y con el que tiene desde el principio una tensión sexual que ambos harán crecer gracias a un juego que se inventan. 

    Más que una simple historia de amor

    A simple vista y viendo solo el primer capítulo, Amor y anarquía puede parecer la típica comedia romántica en la que una mujer adulta mantiene una relación extramatrimonial con un chico joven y guapo porque su marido no le hace caso. Pronto, con el paso de los capítulos nos damos cuenta que no es así. Y es que se nos va presentando la vida personal de los protagonistas y vemos que son más que una adulta aburrida y un joven simple que busca solo sexo. 

    Esa es una de las virtudes de esta serie. Con el ritmo adecuado, nos va desgranando poco a poco qué hay detrás de las decisiones de cada uno y la historia que los ha llevado a donde están. Y no solo se nos va desvelando lentamente esto, sino que además la "relación" entre ambos se desarrolla también de la misma manera, de forma diríamos casi paralela. Es muy amable que la tensión entre ellos vaya creciendo al crear entre ellos un juego divertido y que nos hace pasar a los espectadores un buen rato. 

    Los protagonistas tienen indudable química entre ellos y es posible ver la imagen de la creadora sobre las relaciones. Foto: Netflix

    Aunque sí que es cierto que desde el principio sabemos que entre ellos va a pasar algo, la creadora nos sorprende por cómo se desarrolla la historia y nos regala más contexto y valor añadido a esa relación. Me gusta la idea de primero entender por qué ellos se gustan y porqué están ahí antes de que pase algo entre ellos. 

    Eso mismo es lo que nos lleva a reflexionar sobre la vida en un matrimonio que no te hace feliz y en el que te mantienes por tu familia sin tomar la decisión de quererte a ti misma y de darte el valor que te mereces, al igual que en la importancia el amor maternal y en el de crecer en una familia con amor y cuidado. Y como no, en el que no nos debemos agobiar por la imagen que otros puedan tener de nosotros mismos y pretender algo que no es. 

    Adaptarse o morir: una entretenida sub trama

    Uno de los grandes defectos del género de la comedia romántica, ya sea en el cine o en las series, es que no suelen aportar más allá de la historia de amor de sus protagonistas. Cuando una película o serie traspasa esto, entonces es un producto que se disfruta y eso es lo que sucede con Amor y anarquía. Desde el principio se da importancia en la trama a la situación de la pequeña editorial en la que entra a trabajar Sofie. 

    A pesar de que esto pueda parecer que no tiene sentido y que no aporta nada de valor, desde el comienzo aporta frescura y humor para complementar a la perfección la tensión sexual y sentimental que se crea entre Sofie y Max. Y aquí aparecen temas como la adaptación de lo tradicional con las nuevas tecnologías, el peligro que llevan las redes sociales, la importancia de la imagen de una marca, en definitiva, un ejemplo de lo que son los nuevos tiempos de la comunicación (hasta se habla de las empresas de streaming y su poder, siendo esta serie emitida y producida por Netflix).

    En definitiva, una serie que os hará pasar un rato muy agradable con su toque de humor y romanticismo (no me aburrí en ningún momento y me enganché desde el capítulo 1). Una idea muy buena con un perfecto desarrollo y unos personajes secundarios que aportan. Amor y anarquía lo tiene todo para gustar.

    Valoración: 9 / 10

    Literatura: La verdad sobre el caso Harry Quebert (Joël Dicker)

    Este libro lo leí ya hace unos meses, allá por mayo, pero ahora es cuando os comparto mi opinión sobre él. Al haber pasado un cierto tiempo desde que lo terminé, lo he podido digerir mejor y tener una idea más clara de lo que más me impactó y de lo que mejor sabor de boca me dejó.

    La verdad sobre el caso Harry Quebert llegó a mis manos en pleno confinamiento en abril como autorregalo de mi cumpleaños y lo disfruté durante mi cuarentena al regresar a Alemania a principios de mayo. Ya solo por eso, este libro tiene una vibra especial, un significado que otros no tienen, y me alegro de que fuera este el que escogí. Ahora os contaré por qué. 

    Primero os quiero poner en contexto y explicaros un poco sobre el autor y la obra. Joël Dicker es un escritor suizo que tiene el francés como lengua materna y que desde bien pequeño destacó con su pulcra escritura. Sin embargo, no se le abrieron muchas puertas y tardó tiempo hasta que vio su primer libro publicado, Los últimos días de nuestros padres en 2012. Poco después arrasaría con la novela de la que hablamos, La verdad sobre el caso Harry Quebert y tras ella han venido otras obras exitosas como El libro de los Baltimore.

    Un libro que engancha de principio a fin

    La verdad sobre el caso Harry Quebert estaba en mi lista de pendientes desde que leí su sinopsis durante una visita a una librería. Desde entonces, supe que quería leerlo. La historia en sí tiene atractivo: una desaparición, una historia en tres tiempos y un escritor como protagonista que se pone a escribir sobre ello. Y las expectativas se cumplieron.

    No suelo leer novelas de misterio, por eso no estaba del todo convencida de leer el libro. Pero si eres como yo, pienso que esta novela es una buena opción para comenzar. Aunque la muerte de Nola Kellergan sea uno de los ejes principales, no es el único. La relación de amistad entre Marcus y su mentor Harry Quebert o el proceso de escritura del libro de Marcus son también importantes en el libro, incluso diría que más. Y en eso tiene su gran virtud: nos ofrece algo distinto y complementa a la perfección un hecho oscuro.

    Que el número de los capítulos fuera al revés ya llamó la atención desde el principio. Y entonces, sin darte cuenta, Dicker te introduce en el proceso de búsqueda y escritura de la novela del protagonista, Marcus Goldman. Es por esto que la historia atrapa hasta el final porque sientes que eres parte de ella y estás cercano a Marcus. Un libro perfecto para los interesados en la escritura o amantes de la lectura que se quieren adentrar en el proceso de cómo se desarrolla un relato hasta que finaliza encuadernada. Sin ir más lejos, La verdad sobre el caso Harry Quebert nos habla de cómo es que la historia encuentra al escritor, como parte del destino, y no el autor a la historia. Una máxima que he escuchado reconocer a varios escritores.

    La novela, además, consigue atrapar al lector porque tiene el ritmo perfecto. Poco a poco se nos van presentando nuevos detalles y vamos conociendo más tanto de la desaparición de Nola, como de la amistad entre Marcus y Harry, por lo que no hay momentos de aburrimiento para el que lee. Tanto es así que yo opté por leer cada día un capítulo para ir disfrutando mejor de la lectura y durante más tiempo. 

    ¿El amor y la amistad no tienen edad?

    Al leerlo reflexioné sobre ello, y llegué a la conclusión que Dicker nos quiere hacer ver que lo importante no es la edad, es el momento y lo que esa persona te aporta, y que los problemas pueden venir por otras cosas. Aunque lo que no me gusta es como se trata al personaje de Nora y como este va perdiendo su inocencia inicial. Igualmente, la acción está ambientada en los años 70 y eso se debe tener en cuenta. 

    Vamos a centrarnos ahora en hablar de la trama de la novela. Desde mi punto de vista hay dos temas principales sobre los que giran la trama y subtramas: la historia de amor de Nola y Harry y la amistad entre el propio Harry y Marcus. Y ellas nos dejan varias reflexiones. 

    Ya de por sí, el amor entre personas de distintas edades genera controversia y reacciones de todo tipo. Recomiendo dejar atrás tus propios principios y opiniones y disfrutar de lo que te cuenta la novela, y no dejarte influir por eso para no seguir con la historia. No es un tema sencillo, pero ha sucedido y sucede en nuestro mundo y por ello creo que es bueno tratarlo, independientemente de la opinión de cada uno al respecto. 

    Joël Dicker dirigió una revista sobre naturaleza con solo diez años. Foto: Telva

    En esa misma línea, en la de la diferencia de edad, gira también la relación de amistad entre Marcus y Harry. De como una persona con mayor experiencia en la vida puede aportar a la tuya. En ciertos momentos llegué a ver a Marcus queriendo imitar a Harry, y eso me lleva al siguiente tema importante: la búsqueda de uno mismo. 

    Y es que Marcus Goldman vive más preocupado de lo que los demás piensan de él, de intentar cumplir con la etiqueta de persona de éxito, y pierde su identidad. Es por eso que le cuesta ponerse a escribir su nueva novela y debe huir de su vida en la ciudad para volver a su yo interior. Me encanta como Joël Dicker es capaz de unir esto con el proceso de creación de la historia del libro de Marcus y la conclusión de los hechos de la muerte de Nola, en lo que es la verdadera alma de la novela.

    Conclusión

    Recomiendo encarecidamente La verdad sobre el caso Harry Quebert por muchas razones. Porque es un libro muy completo, una novela de misterio con toques de amor y de acción. Una novela que habla de lo complicado de la diferencia de edad en el amor, de la amistad, de la búsqueda de uno mismo y del proceso de creación de un libro. Y ello con una escritura amena y un ritmo adecuado que te enganchan y no se hace nada pesado. Para los que disfrutan de los thrillers y para los que quieren acercarse al género por primera vez o no son asiduos. Sin duda, no será la única y última novela que lea de Joël Dicker.

    La novela tiene adaptación en forma de mini serie, que fue estrenada hace unos meses en Movistar + y de la que os dejo el trailer:

    Valoración: 8,5/10



    Series: razones por las que deberías ver Emily en París (Netflix)

     Comenzaré siendo honesta y reconociendo que no empecé a ver Emily en París con altas expectativas. Tras terminar la cuarta temporada de "The Crown", quería ver una serie que no fuera muy larga y algo más ligera que esta. En eso, vi Emily en París en mis recomendaciones y le di una oportunidad. ¿Qué fue lo que me llevó a verla? Pues me convenció que su creador es Darren Star, conocido por la famosa Sexo en Nueva York y que me encantó. Y eso, el encontrarme algo parecido a la serie de Carrie Bradshaw es lo que me hizo decantarme por Emily en París.

    Foto: sensacine

    Una semana después de haber terminado la serie puedo decir que fue una gran decisión. La serie ha sido mejor de lo que me esperaba. Ligera, entretenida, divertida y actual, no deja indiferente. De hecho, los diez capítulos de la serie se me pasaron volando y me quedé con ganas de más (menos mal que ya se ha confirmado una segunda temporada y que puedo sentirme contenta con eso). 

    Sin embargo, he de advertir que el primer capítulo no me enganchó lo suficiente, pero si es vuestro caso también os aconsejo que deis una oportunidad. La serie mejora cuando se entra ya en las diferentes tramas que se desarrollarán ya en París y sin darte cuenta llegas a engancharte a la vida de Emily y solo quieres ver si acaba liándose con su vecino Gabriel (Lucas Bravo).

    Fresca y actual

    Para mí, la mejor virtud de la serie es su sencillez y unir las tramas sin pretender algo demasiado grande. Me explico. Las relaciones sentimentales, de odio y de amistad que se desarrollan durante Emily en París no pretenden más que dar un reflejo de realidad y esa naturalidad te gana. Lo mismo que sentí con Sexo en Nueva York. Relaciones a distancia, líos de una noche, tres son multitud, mejores amigas a las que conoces por casualidad o una jefa que se siente amenazada son relatos que se podrían extrapolar a algunos momentos de nuestra vida o de la de nuestro círculo cercano.

    “Emily in Paris”: ¿necesitaba la serie ‘comprar’ su pase a los Globos de Oro 2021?

    Al principio da la sensación de que se va a crear una relación amorosa sencilla y típica: chica conoce a chico guapo y da la casualidad de que este vive debajo y que se compromete a ayudarla con sus problemas de instalación en su piso antiguo y diminuto. Pero no os dejéis engañar por las apariencias, nada de eso (no voy a contar más por peligro de spoiler). Aún así, la relación es natural y sin grandes complicaciones, pero no irreal y perfecta. 

    Otra de las buenas cosas que destacaría de Emily en París es lo actual que es. Y es que cubre el problema de adaptación a las nuevas tendencias que tienen sectores como la moda, la comunicación o el marketing y el choque de la tradición con lo nuevo. He disfrutado viendo lo que nos transmiten y la conclusión de que lo mejor es una combinación de ambas. 

    La protagonista: Emily

    Si algo es importante en series como esta es que le cojas cariño o conectes con su protagonista principal. Al igual que te tiene que caer bien (o al menos intentarlo) Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, lo mismo sucede aquí con Emily. En el primer episodio no conseguí esa conexión, pero es cierto que sí se gana con el paso de los capítulos. Ella misma se da cuenta de sus limitaciones, de sus defectos, de que la vida no es perfecta y maravillosa, y lo mejor de todo: que se choca con su propia visión de la vida para ir modelándola a algo más real.

    Lilly Collins es la actriz que interpreta a Emily. Fuente: La Comitiva

    Esto es cierto que se le perdona porque claro que esto le podría pasar a cualquiera que le dijeran que se muda a París por un tiempo. Es normal que idealices esa experiencia y que todo va a salir genial, aunque si llegas sin saber una pizca de francés y pretendes inculcar tu moderna y americana visión de la vida en una tradicional y francesa marca de marketing pues lo normal es que salgas escaldada.

    París: moda, amor y comida

    Hay que advertir: sí, la serie tiene los típicos clichés que esperas ver en París sobre la ciudad y los franceses. Yo opino que esto es algo normal en productos de ficción y creo que no queda mal en una serie como Emily en París, al fin y al cabo es una pieza sobre una americana que se muda a una de las ciudades más famosas del mundo y en cierta manera se podría decir que es la visión de Emily de esa sociedad, con lo que los clichés que tienen los americanos no podían faltar. En cierta manera, la serie es también crítica con la cultura estadounidense y su ignorancia ante otras culturas, además de esa visión tan moderna y positiva que llega a ser hasta pegajosa.

    La reacción de los franceses a los tópicos de 'Emily in París': así responden a los clichés de la serie (RTVE, play)

    En la serie de Netflix tenemos tres ejes que son protagonistas: la moda, el amor y la comida. Emily viste peculiar pero me gusta el aspecto personal que le da y lo que destaca entre los demás personajes. En cuanto al amor, como ya he comentado, está tratado de una forma tan natural que me gusta y convence. Y por último, la comida tenía que estar en una cultura en la que se le da tanta importancia (al igual que pasa en España o Italia), y si vienes de Estados Unidos eso se debe apreciar y bien. 

    Vamos a hablar de sus pocos defectos

    Está claro que Emily en París no es perfecta, tampoco creo que lo pretenda. Si tuviera que destacar aspectos negativos lo que menos me gusta de la serie es el retrato superficial y cliché de la cultura francesa, es cierto que se le perdona si lo que se nos ofrece es la versión de una americana como Emily, pero pienso que tenía más potencial y que podría haber tenido una visión diferente. 

    Al igual que el excesivo protagonismo de Emily. Sí, vale, se llama Emily en París y es lo que toca, pero creo que se podría haber profundizado más en otros personajes como su mejor amiga o en Gabriel, para aportar mayor dinamismo y hacerla más completa, pero está claro que han optado por un producto Netflix de solo diez capítulos por temporada y puede que esto lo veamos más adelante. 

    Igualmente creo que Emily en París es una serie muy recomendable por su frescura, su actualidad, su sencillez y su buena fotografía. ¿Quién no quiere "vivir" en París durante esta pandemia desde el sofá de su casa? A mí me dio esa sensación y en estos tiempos en los que viajar no es tan sencillo, incluso se agradece, lo mismo que la simplicidad de la trama. Emily en París ha llegado en el momento idóneo y se merece una oportunidad.


    Valoración: 7,5 / 10